¡Tragedia toda!
(Extracto)

El “querido país”
siempre se acuerda de ti
cuando está bien
(¡raras son las veces!)
sobre todo, cuando va mal
Pero, en este momento
te abofetea con ambas manos
con una violencia tal
que creíste haber olvidado
te desgarra el corazón
con ganchos de carnicero
te estrangula mientras duermes
abre la maldita caja de tus oscuros pensamientos
y te echa en cara
el hedor de tu impotencia.

Es que sufre como nunca ha sufrido
y aquellos entre sus hijos
que se encuentran en el fondo del abismo
son los más pobres de los pobres.

¡Tragedia toda!

Te levantas
y adoptas la actitud
y el estado de ánimo del orante
Cabeza y pies desnudos
cierras los ojos
y cruzas tus manos
sobre el pecho
Te quedas así un tiempo
que no puedes medir
Sabes que la Palabra
se levantará de la tierra que pisas
hasta tus labios
y empezarás a susurrarle a los muertos
a los desaparecidos, a los heridos, a los huérfanos,
a los sobrevivientes que aún no están seguros
de seguir vivos
algo que susurramos
solo a oídos de aquellos
que más amamos.

Traducción del francés por Marie-Célie Agnant