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Presentación de Anténor Firmin (1850-1911)
Por Asselin Charles
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y el más alto entre ellos era, sin duda, Anténor Firmin, el autor de la innovadora obra maestra de antropología De l’égalité des races humaines (1885) y de otros perspicaces escritos académicos. Nacido en 1850 en Cap-Haïtien en el seno de una modesta familia obrera y educado en Haití, Firmin fue una polímata, posiblemente el mayor intelectual haitiano de finales del siglo XIX y la primera década del XX, así como uno de los pensadores más importantes de América.
Educador, abogado, contable, periodista, antropólogo, filósofo, politólogo, historiador, diplomático, estadista, desde su juventud hasta su muerte en el exilio en la isla caribeña de Saint-Thomas en 1911, Firmin abordó con palabras y hechos algunas de las cuestiones más importantes de su época, cuestiones esenciales no sólo para su propio país, sino también para el “Sur Global” y, de hecho, para el mundo entero. Así, en su obra más célebre, De l’Égalité des races humaines (traducida en español por Aurora Fibla Madrigal como Igualdad de las razas humanas, 2013), tras deconstruir las nociones gemelas de jerarquía racial y supremacía blanca que prevalecían, bajo un barniz pseudocientífico, en la era del imperialismo y el colonialismo occidentales triunfantes, Firmin demostró, con gran rigor científico y pasión sin complejos, la igualdad de todas las razas humanas en cuanto a sus capacidades intelectuales y morales potenciales y reales. En esta obra y en otras posteriores (Haïti et la France, 1891; Une défense, 1892; Diplomate et Diplomatie, 1898; M. Roosevelt, Président des États-Unis et la République d’Haïti, 1905; Lettres de Saint-Thomas, 1910) desarrolló los elementos clave de lo que sería su legado intelectual y político. El pensamiento firminista, tal y como ha llegado hasta nosotros, incluye nociones como la igualdad absoluta de las razas, las naciones y los pueblos; el derecho natural de las colectividades nacionales a la autodeterminación, la autodefinición y la soberanía; el pancaribismo; el panafricanismo; el internacionalismo; la solidaridad con los oprimidos; la democracia y el Estado de derecho; el patriotismo; el anticolonialismo; y el antiimperialismo.
Firmin no sólo fue un visionario pensador pionero, sino también un hombre de acción que trató de hacer realidad sus ideas y transformar el mundo. Como ministro de Finanzas y Relaciones Exteriores (1889-1891) del presidente Florvil Hyppolite, saneó las finanzas del país, reformó la administración pública y desempeñó sus responsabilidades oficiales con un rigor y una honradez ejemplares. Como ministro de Relaciones Exteriores, protegió la soberanía de Haití contra los intentos de Estados Unidos de apoderarse de una parte del territorio nacional, frustrando hábilmente las maniobras de la república norteamericana para establecer una base militar y una estación de aprovisionamiento de la marina en Môle Saint-Nicolas. En 1902, tras perder desgraciadamente las elecciones presidenciales como abanderado del Partido Liberal, optó por el exilio para evitar una guerra civil. En el escenario internacional, Firmin luchó incansablemente por el fin del colonialismo en África, el Caribe y otras partes del mundo, y defendió los derechos de los negros y otros oprimidos. Pionero panafricanista, en 1900 coorganizó en Londres la primera Conferencia Panafricana con personalidades como el haitiano Bénito Sylvain, el trinitense Henry Sylvester Williams y el negro estadounidense W. E. B. Du Bois. Apasionado pancaribeño, imaginó una federación de naciones caribeñas independientes, intercambiando ideas sobre el tema con camaradas caribeños de ideas afines como el cubano José Martí y el puertorriqueño Ramón Emeterio Betances. Internacionalista pragmático, concibió instituciones que hoy damos por sentadas, como un tribunal internacional para dirimir las disputas entre naciones y el equivalente de una Organización de las Naciones Unidas para garantizar unas relaciones armoniosas entre las naciones.
No es difícil demostrar que el pensamiento y la acción de Firmin siguen siendo pertinentes para Haití y el mundo de hoy. En un mundo en el que sigue prevaleciendo la falsa noción de jerarquía racial, su postura en contra de la discriminación racial y a favor de la igualdad absoluta de todas las razas conserva su máxima pertinencia. En el emergente mundo geopolítico multipolar, su defensa de la igualdad inalienable de derechos de todas las naciones sigue siendo evidentemente pertinente. En una época de derrotismo generalizado, su patriotismo inquebrantable y su fe en el futuro de su pueblo y de su país son vigorizantes e inspiradores. En una época de relativismo moral y decadencia social, su incuestionable integridad personal y su conducta de principios en la vida pública son ejemplares. Desde sus comienzos como profesor a los 17 años hasta su honorable muerte en el exilio, Anténor Firmin se erige en última instancia como la encarnación del ideal confuciano del junzi, el hombre de excelencia intelectual, rectitud moral inquebrantable, comportamiento basado en principios y amor a la humanidad, una de esas raras figuras históricas dignas de emulación por todos aquellos que aspiran a una vida bien vivida. Por la vigencia de su pensamiento, por la ejemplaridad de su carácter, por su inspirador activismo en favor del progreso humano, Firmin merece ser descubierto, o redescubierto, ahora por sus compatriotas y por el resto del mundo. Los dos capítulos de Igualdad de las razas humanas (capítulos 16 y 17) publicados aquí constituyen una invitación a nuestros lectores de HDNdigest a conocer a un pensador de importancia mundial y a profundizar en las ideas de uno de los más grandes intelectuales y servidores públicos que ha dado Haití.
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